2011/09/20


Sin mirar atrás...

¿Hacia dónde te diriges sin rumbo?
A pesar que el paso del tiempo no espera, estás en medio de la nada solo y avanzas. Los problemas se alejan a medida que tu silueta se pierde entre aquellos parajes, tu mente está casi en blanco y sólo piensas en no retroceder.

Sueles ser un tipo social, mucha veces la gente comparte junto a ti historias sin contenido... te sientes vacío entre tanta multitud y nada de lo que recuerdes se compara con aquel imponente silencio que te rodea. Sólo eres tú y una montaña que te recibe sin cuestionarte nada... llena de mística, vibraciones, sonidos y un paisaje lleno de vida que sólo tú conoces.... ese el secreto que hay entre tú y ella.

No pierdes el tiempo entre tanta muchedumbre, sólo te vas y fortaleces tu mente y tu espíritu... sigues avanzando al ritmo que te plazca, sabes que eres libre de quedarte el tiempo que desees, sólo respetas el ambiente y eres parte de el. Juegas con quienes osan acompañarte en tan respetable actitud... te muestras simple, sencillo, sincero y por sobre todo puro. No vuelves a cometer los mismo errores, te acostumbras a respetar y eres sincero contigo mismo.

Ya es casi media noche y sabes que no estás solo... muchos ojos te observan pero no querrán ofenderte... no les interesa. La luna se convierte en tu lámpara de escritorio... un cigarrillo se mimetiza entre las luciérnagas, tu creatividad florece e interrumpes aquel imponente silencio, con una increíble sinfonía D - RV93... aquellas baterías durarán el tiempo suficiente para que aprecies la belleza de tu entorno, quizás ya no necesites de ciertos estímulos... la esencia de aquella pureza habla por si sola.

Cantas, danzas y gritas en medio de tan respetable actitud... te conviertes en un ser tranquilo, pleno y sin mayores problemas, más que tus recuerdos. Despiertas de un profundo sueño con los ojos muy abiertos, no pierdes el tiempo en dormir y agradeces que la noche te desvele... y escribes, escribes... escribes, imaginas, te
sientes parte de aquellas fantasías, no retrocedes... ya que ese es el legado de tu decisión.


1 comentario:

CoTiNa dijo...

Caminando junto a aquella pared de montañas comencé a conocerme, a hablar por primera vez conmigo misma...sin caretas...Sin volver atrás..
Me empapa una verdad que me llena de valentia para seguir hacia donde siempre quise llegar, tomo tu mano y seguimos juntos este camino; que puede seguir siendo uno o quizá en futuro sean dos o mil....Pero me quedaré siempre en el recuerdo de mi verdad junto a aquella pared de montañas...